Agentes de la Policía Nacional española han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico internacional de drogas en Holanda y España, dedicada a la elaboración y distribución de diversas sustancias estupefacientes de origen sintético, así como a la extracción de pasta base de coca o clorhidrato de cocaína, según ha informado este jueves 15 de septiembre.
La Policía Nacional española colaboró con la Policía Nacional de Rotterdam, en Holanda, culminando con 25 detenciones (24 en España y una en Holanda), habiendo ingresado en prisión hasta el momento seis de los arrestados.
Además, en los 25 registros efectuados en España se han incautado 67 kg de sulfato de anfetamina (speed), 33.000 euros en efectivo, dos vehículos de alta gama y 11,8 kg de sustancias de corte.
En los Países Bajos se incautaron 7.500 euros en efectivo, 2,7 kg de metanfetamina (MDMA), así como 0,5 litros en forma líquida y 11.023 litros de precursores químicos para la extracción y elaboración de estupefacientes, con una capacidad de producción estimada de hasta seis toneladas de cocaína.
La investigación se inició a principios de 2021, cuando los agentes recibieron información sobre un posible tráfico de cocaína a pequeña escala en un establecimiento hostelero de Pamplona.
Las vigilancias revelaron que era frecuente el trasiego de personas para comprar droga y que la de mayor pureza y calidad procedía de otro grupo de origen peruano.
Tras centrarse en este nuevo grupo, se pudo llegar a los líderes de una organización criminal más amplia con conexiones, por un lado, con Holanda y varios países sudamericanos, como Colombia y Paraguay, y por otro con Perú, desde donde intentaban importar cocaína impregnada en pequeños cargamentos.
El líder de la organización, con base en Zaragoza, era también el químico. Pretendía abrir el abanico de negocios, importando pasta base de coca para después sintetizar el producto final, el clorhidrato de cocaína.
Para ello, contaba con los amplios conocimientos del líder de la trama peruana detenido en Pamplona, que ya había sido arrestado años antes cuando intentaba introducir droga por el aeropuerto de Madrid Barajas.
La organización contaba con el apoyo logístico de un grupo criminal holandés que importaba tanto los precursores esenciales para la producción de todo tipo de drogas sintéticas como cargamentos de pasta de coca. Estos productos se introducían principalmente a través del puerto de Rotterdam.
Como resultado de la cooperación policial internacional, una Orden Europea de Investigación condujo al desmantelamiento de un laboratorio en los Países Bajos en el que se incautaron sustancias químicas suficientes para sintetizar hasta seis toneladas de cocaína, lo que lo convierte en uno de los laboratorios más importantes desmantelados en el país.
Este laboratorio también se utilizaba para la producción de otras sustancias encontradas en el lugar, como la metanfetamina, droga que preocupa actualmente a las autoridades holandesas, que la consideran un grave riesgo para la seguridad nacional dadas las organizaciones criminales que controlan su distribución.
En España, en Zaragoza, también se desmanteló un laboratorio clandestino, oculto en el trastero de un bar de reciente apertura, en el que se incautaron 66 kilogramos de sulfato de anfetamina (speed) de gran pureza.
Las detenciones se realizaron en varias fases, en operaciones establecidas en Pamplona, Zaragoza y Rotterdam, practicándose 25 registros en estas ciudades y en el municipio madrileño de Getafe.
De las 25 personas detenidas, seis han ingresado hasta el momento en prisión.