La marihuana se considera una "droga ligera", por lo que mucha gente cree que incluso su consumo prolongado y regular es inofensivo. Sin embargo, hay estudios que demuestran que el abuso de mj puede afectar negativamente a la salud mental años después.
Los científicos advierten de un mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales graves como psicosis, manía e incluso esquizofrenia paranoide. Al mismo tiempo, otros investigadores creen que es demasiado pronto para hablar de la relación causa-efecto, y que el cerebro de los fumadores ávidos se recupera totalmente en apenas un mes después de dejarlo. Hay otros que sugieren utilizar la hierba para tratar trastornos mentales. Averigüemos qué hay que tener en cuenta.
Cómo afecta el cannabis al cerebro
La marihuana es la droga más masiva y la cuarta forma más común de envenenar ligeramente el cuerpo (justo después del alcohol, el tabaco y el café). Su efecto en el organismo es complejo: las sustancias activas de la mj no perturban su trabajo directamente, pero afectan indirectamente a muchos procesos vitales.
La resina de cannabis contiene más de 80 sustancias activas (cannabinoides), pero el efecto característico de fumar se debe a la combinación de las dos principales, cuyos efectos son opuestos.
Los científicos advierten de un mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales graves como psicosis, manía e incluso esquizofrenia paranoide. Al mismo tiempo, otros investigadores creen que es demasiado pronto para hablar de la relación causa-efecto, y que el cerebro de los fumadores ávidos se recupera totalmente en apenas un mes después de dejarlo. Hay otros que sugieren utilizar la hierba para tratar trastornos mentales. Averigüemos qué hay que tener en cuenta.
Cómo afecta el cannabis al cerebro
La marihuana es la droga más masiva y la cuarta forma más común de envenenar ligeramente el cuerpo (justo después del alcohol, el tabaco y el café). Su efecto en el organismo es complejo: las sustancias activas de la mj no perturban su trabajo directamente, pero afectan indirectamente a muchos procesos vitales.
La resina de cannabis contiene más de 80 sustancias activas (cannabinoides), pero el efecto característico de fumar se debe a la combinación de las dos principales, cuyos efectos son opuestos.
Tetrahidrocannabinol (THC): provoca euforia, revitalización y excitación placentera, y aumenta la ansiedad, la inquietud y la agitación.
Cannabidiol (CBD) : tieneun efecto inhibidor, reduce la ansiedad y calma.
La interacción de estas dos sustancias explica el efecto excitador de dosis más pequeñas (el THC es la sustancia más activa) y el posterior efecto inhibidor de dosis más grandes (el CBD es más voluminoso).
Los cannabinoides afectan a varias partes del cerebro y procesos corporales simultáneamente.
Cannabidiol (CBD) : tieneun efecto inhibidor, reduce la ansiedad y calma.
La interacción de estas dos sustancias explica el efecto excitador de dosis más pequeñas (el THC es la sustancia más activa) y el posterior efecto inhibidor de dosis más grandes (el CBD es más voluminoso).
Los cannabinoides afectan a varias partes del cerebro y procesos corporales simultáneamente.
En experimentos con ratones, se describió el "efecto palomitas de maíz": bajo la influencia de la marihuana, los enérgicos roedores se volvían tranquilos y perezosos. Pero al mismo tiempo sus nervios se sobreexcitaban: saltaban literalmente en el acto ante sonidos y toques.
El contenido de THC varía mucho de una variedad de la planta a otra: del 1% al 20%. En algunas variedades, el contenido de THC es tan alto que puede provocar una auténtica psicosis. El comprador medio, por supuesto, suele desconocer las peculiaridades de la composición química. Portérmino medio, los porros que se fumaban en la época hippie son más débiles que los que se venden ahora. Por ejemplo, una variedad popular llamada skunk: cultivada en invernaderos o hidroponía, afecta rápidamente al cerebro y, junto con la euforia, puede provocar nerviosismo, ataques de pánico y vómitos.
¿Existe la adicción al cannabis?
Contrariamente a la creencia popular, la adicción al cannabis existe. Pero el riesgo de adicción es menor que con las drogas duras, el tabaco o el alcohol. Alrededor del 9% de los consumidores de cannabis son adictos (los consumidores de alcohol y cocaína tienen un mayor riesgo de adicción, el 15%). Para los que consumen varias veces a la semana, el riesgo de adicción alcanza el 30%.
En Estados Unidos, la adicción a la marihuana está catalogada como trastorno mental y más de cuatro millones de personas la padecen, y en Inglaterra existen líneas telefónicas de ayuda y grupos de apoyo para adictos - puedes comprobarlo ahora mismo respondiendo a 12 preguntas sobre el consumo de marihuana.
El estado del adicto se describe como "síndrome amotivacional": capacidades de pensamiento debilitadas y ralentizadas, menor interés por el mundo exterior, pasividad, falta de ambición y motivación, fatiga rápida y estado de ánimo crispado. Pero los científicos siguen debatiendo si este estado "vegetal" está causado por años de abuso o por el propio estilo de vida excesivamente relajado.
¿Existe la adicción al cannabis?
Contrariamente a la creencia popular, la adicción al cannabis existe. Pero el riesgo de adicción es menor que con las drogas duras, el tabaco o el alcohol. Alrededor del 9% de los consumidores de cannabis son adictos (los consumidores de alcohol y cocaína tienen un mayor riesgo de adicción, el 15%). Para los que consumen varias veces a la semana, el riesgo de adicción alcanza el 30%.
En Estados Unidos, la adicción a la marihuana está catalogada como trastorno mental y más de cuatro millones de personas la padecen, y en Inglaterra existen líneas telefónicas de ayuda y grupos de apoyo para adictos - puedes comprobarlo ahora mismo respondiendo a 12 preguntas sobre el consumo de marihuana.
El estado del adicto se describe como "síndrome amotivacional": capacidades de pensamiento debilitadas y ralentizadas, menor interés por el mundo exterior, pasividad, falta de ambición y motivación, fatiga rápida y estado de ánimo crispado. Pero los científicos siguen debatiendo si este estado "vegetal" está causado por años de abuso o por el propio estilo de vida excesivamente relajado.
Un experimento en el que participaron estudiantes (los voluntarios fumaban 11 porros al día y se les pagaba por ello) demostró que sus capacidades de aprendizaje se recuperaban cuando terminaba la experiencia. Hasta ahora, no se han identificado cambios irreversibles en el cerebro causados directamente por la marihuana. La ciencia dice que si dejas de fumar, por término medio, las capacidades de pensamiento volverán a la normalidad en un mes. Pero esto no es seguro: la investigación está en curso, y ya hay pruebas (aún por aclarar) de que algunos usuarios, incluso después de meses, son menos capaces de tomar decisiones informadas y más propensos a asumir riesgos y a la impulsividad.
A pesar de los rumores, el síndrome de abstinencia del consumo de marihuana existe: una persona en síndrome de abstinencia puede perder el apetito, experimentar náuseas, sudoración, sueño agitado con pesadillas y cambios emocionales.
¿Qué efectos negativos se observan con el consumo de marihuana?
Los efectos de la marihuana son muy individuales y dependen no sólo del tipo de hierba, sino también de las reacciones de un organismo concreto. Porlo tanto, es casi imposible predecirlos de antemano.
En diferentes estudios, entre el 5% y el 20% de los consumidores de MJ experimentaron ataques de pánico, ansiedad, depresión, pensamientos obsesivos, pérdida de energía y apatía.
Una encuesta realizada en una comunidad de jóvenes con problemas de salud mental mostró que casi el 15% de los participantes (de 120 que respondieron) admitieron que habían experimentado efectos negativos por fumar hierba, desde irritabilidad hasta ataques de pánico.
A pesar de los rumores, el síndrome de abstinencia del consumo de marihuana existe: una persona en síndrome de abstinencia puede perder el apetito, experimentar náuseas, sudoración, sueño agitado con pesadillas y cambios emocionales.
¿Qué efectos negativos se observan con el consumo de marihuana?
Los efectos de la marihuana son muy individuales y dependen no sólo del tipo de hierba, sino también de las reacciones de un organismo concreto. Porlo tanto, es casi imposible predecirlos de antemano.
En diferentes estudios, entre el 5% y el 20% de los consumidores de MJ experimentaron ataques de pánico, ansiedad, depresión, pensamientos obsesivos, pérdida de energía y apatía.
Una encuesta realizada en una comunidad de jóvenes con problemas de salud mental mostró que casi el 15% de los participantes (de 120 que respondieron) admitieron que habían experimentado efectos negativos por fumar hierba, desde irritabilidad hasta ataques de pánico.
También demostró que el porro es un medio realmente común de automedicación de la psique entre adolescentes y adultos jóvenes: 50 de cada 120 (es decir, casi uno de cada dos), admitieron haber tenido experiencias de consumo.
Estos fenómenos son desagradables pero temporales. Sin embargo, el cannabis puede provocar trastornos mentales que pueden acompañarnos el resto de nuestra vida. Las "grandes enfermedades psiquiátricas " seconsideran incurables: una persona puede estar en remisión durante muchos años, pero en cualquier momento puede sufrir otro ataque.
¿Puede el cannabis desencadenar psicosis?
Las psicosis mejor estudiadas son las derivadas del consumo de cannabis en sus diversas formas. Una gran dosis de cannabis (o una pequeña dosis con un alto contenido de THC) puede provocar una psicosis aguda - un trastorno mental en el que la persona pierde el contacto con la realidad y la capacidad de comportarse adecuadamente, puede ver alucinaciones, oír voces y expresar delirios.
En medicina existe un término especial "ps icosispor hachís" (Cannabis induced psychosis). Va acompañada de ataques de miedo (provocados por horribles alucinaciones) y agresividad (la persona intenta defenderse de ellas).
Incluso puede producirse un trastorno crepuscular de la conciencia, en el que el paciente corre por donde va, sin reaccionar ante los demás, y horas después no recuerda en absoluto lo que le ha ocurrido. El riesgo de tener una experiencia de este tipo, según diversos estudios - de 1,5% a 5%, y es mayor cuanto mayor sea la dosis que tomó. Por lo general, al cabo de unas horas el paciente se recupera totalmente. Pero puede haber efectos duraderos.
Estos fenómenos son desagradables pero temporales. Sin embargo, el cannabis puede provocar trastornos mentales que pueden acompañarnos el resto de nuestra vida. Las "grandes enfermedades psiquiátricas " seconsideran incurables: una persona puede estar en remisión durante muchos años, pero en cualquier momento puede sufrir otro ataque.
¿Puede el cannabis desencadenar psicosis?
Las psicosis mejor estudiadas son las derivadas del consumo de cannabis en sus diversas formas. Una gran dosis de cannabis (o una pequeña dosis con un alto contenido de THC) puede provocar una psicosis aguda - un trastorno mental en el que la persona pierde el contacto con la realidad y la capacidad de comportarse adecuadamente, puede ver alucinaciones, oír voces y expresar delirios.
En medicina existe un término especial "ps icosispor hachís" (Cannabis induced psychosis). Va acompañada de ataques de miedo (provocados por horribles alucinaciones) y agresividad (la persona intenta defenderse de ellas).
Incluso puede producirse un trastorno crepuscular de la conciencia, en el que el paciente corre por donde va, sin reaccionar ante los demás, y horas después no recuerda en absoluto lo que le ha ocurrido. El riesgo de tener una experiencia de este tipo, según diversos estudios - de 1,5% a 5%, y es mayor cuanto mayor sea la dosis que tomó. Por lo general, al cabo de unas horas el paciente se recupera totalmente. Pero puede haber efectos duraderos.
¿Existe una relación entre el consumo de cannabis y la esquizofrenia?
Se han dedicado cientos de estudios en los que han participado decenas de miles de personas a la relación entre el consumo de marihuana y la esquizofrenia, y la mayoría han llegado a la conclusión de que existe tal relación, y bastante fuerte.
Uno de los mayores estudios se llevó a cabo en Finlandia: durante un periodo de 15 años, los médicos examinaron a 18.000 pacientes con psicosis aguda causada por drogas o alcohol, que con el tiempo evolucionaron de episodios psicóticos aislados a esquizofrenia.
El 46% de los pacientes cuya psicosis fue inducida por el cannabis desarrollaron alguna forma de esquizofrenia en un plazo de 8 años. Esto es mucho más frecuente que en los pacientes que abusaron del alcohol o las anfetaminas.
En la mayoría de los casos, la enfermedad se manifestó en los tres primeros años tras la primera hospitalización.
Investigadores daneses dirigidos por Mikkel Arendt llegaron a conclusiones similares (publicadasen el British Journal of Psychiatry). De sus pacientes con psicosis por hachís, casi un tercio acabó enfermando de una de las formas más graves de esquizofrenia: la paranoide. En esta enfermedad, el nivel de inteligencia está preservado, pero la conciencia está completamente tomada por alucinaciones y delirios.
Se ha descubierto que los adolescentes dependientes del cannabis y los adolescentes con esquizofrenia tienen características cerebrales similares: hiperactividad de los centros visuales y auditivos. Es esta característica la que se asocia con síntomas de escucha ansiosa de sonidos inexistentes (por ejemplo, voces en la cabeza), imágenes intrusivas aterradoras y alucinaciones.
Se han dedicado cientos de estudios en los que han participado decenas de miles de personas a la relación entre el consumo de marihuana y la esquizofrenia, y la mayoría han llegado a la conclusión de que existe tal relación, y bastante fuerte.
Uno de los mayores estudios se llevó a cabo en Finlandia: durante un periodo de 15 años, los médicos examinaron a 18.000 pacientes con psicosis aguda causada por drogas o alcohol, que con el tiempo evolucionaron de episodios psicóticos aislados a esquizofrenia.
El 46% de los pacientes cuya psicosis fue inducida por el cannabis desarrollaron alguna forma de esquizofrenia en un plazo de 8 años. Esto es mucho más frecuente que en los pacientes que abusaron del alcohol o las anfetaminas.
En la mayoría de los casos, la enfermedad se manifestó en los tres primeros años tras la primera hospitalización.
Investigadores daneses dirigidos por Mikkel Arendt llegaron a conclusiones similares (publicadasen el British Journal of Psychiatry). De sus pacientes con psicosis por hachís, casi un tercio acabó enfermando de una de las formas más graves de esquizofrenia: la paranoide. En esta enfermedad, el nivel de inteligencia está preservado, pero la conciencia está completamente tomada por alucinaciones y delirios.
Se ha descubierto que los adolescentes dependientes del cannabis y los adolescentes con esquizofrenia tienen características cerebrales similares: hiperactividad de los centros visuales y auditivos. Es esta característica la que se asocia con síntomas de escucha ansiosa de sonidos inexistentes (por ejemplo, voces en la cabeza), imágenes intrusivas aterradoras y alucinaciones.
Pero correlación no significa causalidad: que el cannabis aumente el riesgo de esquizofrenia no significa que cause la enfermedad.
La psicosis -y más aún la esquizofrenia- sólo se observa en una proporción relativamente pequeña de consumidores activos de marihuana, por lo que los científicos extrajeron una conclusiónprudente : el abuso de cannabis provoca un desarrollo acelerado de la enfermedad y ataques más fuertes y frecuentes, siempre que exista una predisposición inicial: los consumidores de cannabis muestran síntomas de esquizofrenia antes, una media de 2,7 años.
La esquizofrenia en sí se desarrolla con bastante lentitud. Pueden producirse cambios en el psiquismo durante 10-15 años antes de que aparezca el primer episodio psicótico. Una sustancia estupefaciente puede actuar como desencadenante que inicie la fase activa de la enfermedad.
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La psicosis -y más aún la esquizofrenia- sólo se observa en una proporción relativamente pequeña de consumidores activos de marihuana, por lo que los científicos extrajeron una conclusiónprudente : el abuso de cannabis provoca un desarrollo acelerado de la enfermedad y ataques más fuertes y frecuentes, siempre que exista una predisposición inicial: los consumidores de cannabis muestran síntomas de esquizofrenia antes, una media de 2,7 años.
La esquizofrenia en sí se desarrolla con bastante lentitud. Pueden producirse cambios en el psiquismo durante 10-15 años antes de que aparezca el primer episodio psicótico. Una sustancia estupefaciente puede actuar como desencadenante que inicie la fase activa de la enfermedad.
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